
Su mensaje tiene la misma validez hoy como lo tuvo en 1904, y está reflejado en cada detalle del nuevo Roll-Royce Phantom 2007, fabricado en la sede central de la firma cerca de Goodwood, al oeste de Sussex, sobre la costa sur de Inglaterra.
Su revelación marca el renacimiento de lo que puede ser la marca más famosa en el mundo del automóvil y el nombre que ha sido sinónimo de excelencia en todos los campos.
Este modelo, del que la firma fabrica apenas unos 800 al año y los vende por un precio de alrededor de $380 mil.
El proyecto del nuevo Roll-Royce comenzó el 28 de julio de 1998, cuando el Grupo BMW empezó a ser el guardián de la marca. Este auto es el resultado de un programa intenso de diseño e ingeniería de cuatro años, que no sólo ha producido autos nuevos, sino que sirvió para fundar una nueva planta de fabricación y con ello una empresa nueva.
Cada faceta del programa ha sido fiel a la máxima inicial de Sir Royce y en la creación de la compañía, el objetivo ha sido la perfección de la planta y de cada detalle del auto.
El Phantom tiene auténticas dimensiones del diseño Rolls-Royce, combinadas con la integridad de la ingeniería del siglo XXI. Su línea exterior se acopla a la perfección a un largo cofre y una enorme distancia entre ejes, además sobresale un corto voladizo frontal, así como uno largo en la parte trasera, un fuerte poste C y una discreta ventana trasera.
El nuevo Rolls-Royce Phantom tiene generosas dimensiones en su interior y una posición de asientos prominente para dar mayor comodidad. Los pasajeros del asiento trasero se sientan junto al poste C, en donde disfrutan de los niveles más altos de privacidad y seguridad.
Adoptando bastante bien un incremento en el diseño del nuevo auto, el Rolls-Royce Phantom se beneficia del uso de la tecnología más moderna, incluyendo su su estructura de aluminio que no sólo es más ligera que una estructura de acero del mismo tamaño, sino que también es significativamente más rígida, lo que beneficia el manejo y el comfort.


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